martes, 13 de abril de 2010



En ese instante todo es perfecto, la suavidad de la luz, el ligero perfume del aire, el pausado rumor de la ciudad.

Inspira profundamente y la vida ahora le parece tan sencilla y transparente, que un arrebato de amor, parecido a un deseo de ayudar a toda la humanidad la empapa de golpe.